Entrevista al Dr. Karl Böhm

Descubrió la vocación por el sector sanitario de la mano de su familia y, tras colaborar como traductor en reputadas clínicas, empezó sus estudios sobre odontología en Alemania: ahora, cuenta con una trayectoria de más de cuatro décadas.


Se licenció en odontología en la Universidad de Frankfurt (Alemania) cuando en nuestro país no existía la especialidad fuera del área de la medicina. Inició su trayectoria profesional en clínicas alemanas para especializarse en cirugía y estética. Cuando volvió a España, decidió abrir su propia clínica en 1991, posicionándose por sus inversiones en tecnología de vanguardia.

El Dr. Karl Böhm mirando el caso de un paciente


¿Qué te lleva a abrir tu propio proyecto en Barcelona?

Cuando volví a Barcelona, estuve colaborando en una reputada clínica de la ciudad. En la década de los ’90 era muy habitual que los odontólogos emprendiesen y abriesen clínicas propias. Los pacientes conocían mi forma de abordar la odontología y confiaban en mí: todos ellos siguieron tratándose conmigo.
Situé la clínica en la zona de la Diagonal porque es muy accesible, especialmente para los pacientes que llegan desde fuera de Barcelona. Además, aposté por un proyecto revolucionario desde el punto de vista de la inversión en tecnología: siempre hemos incorporado las novedades más punteras y con mayor incidencia para lograr diagnósticos precisos y tratamientos exitosos.

¿Cuáles han sido los hitos más importantes de tu clínica?
Los estándares de calidad con los que hemos trabajado siempre han permitido que cada hito sea, al final, la consecuencia natural de nuestra forma de entender la odontología. Los procedimientos con los que trabajamos siguen las directrices alemanas y, con ello, la inversión en tecnología es una pieza fundamental porque permite un diagnóstico preciso y un tratamiento más cómodo. Tanto es así que, por ejemplo, hace más de 20 años que utilizamos el escáner intraoral; y más de 10 que disponemos de un CBCT.
Hemos pasado por un crecimiento constante. Quizá el hito más importante fue la ampliación de la clínica en 2012: el objetivo era incorporar a un equipo de especialistas amplio para abordar de forma multidisciplinar a todos los pacientes. Además, disponer de más espacio permitió incorporar estándares de higiene más alto y que mantuvieran la agilidad de los procedimientos y de la atención a los pacientes incluso en contextos complejos, como fue la pandemia.

¿Qué te ha diferenciado siempre?
Básicamente, dos aspectos. Primero, los protocolos y los procedimientos, que permiten puntualidad y eficiencia, además de atender las urgencias el mismo día en que se nos informan. En segundo lugar, la tecnología. Por ejemplo, disponemos de el Cerec: un sistema alemán que integra la cámara con un software de diseño y una fresadora. Con ello, podemos fabricar coronas en el mismo momento y garantizar que el paciente sale con la reparación de una pieza en una hora y media.

¿Cómo es el paso de un paciente por la clínica?
La primera visita nos sirve para conocer al paciente. Más allá de la anamnesis para detallar el estado general de salud; realizamos radiografías en 3D, que son imprescindibles para el diagnóstico de patologías menos visibles; y damos cita para una limpieza bucal. Además, en función de las patologías detectadas, ofrecemos un plan de tratamiento y un presupuesto, acompañado de un diseño de la sonrisa para que el paciente conozca exactamente el resultado del procedimiento que le proponemos.
Recomendamos en todo caso una limpieza bucodental en clínica, como mínimo, cada seis meses. Las realizamos con un sistema suizo que consiste en una secuencia de pasos que comienza por un diagnóstico del estado de la higiene e indicaciones para que el paciente mejore en el mantenimiento en casa; y, a continuación, seguimos con todos los procedimientos para garantizar una boca saludable y limpia. Esta es, para nosotros, la principal prevención y el primer paso para cualquier tratamiento.

¿Qué caracteriza vuestra visión de la odontología?
La salud de las personas es holística. De hecho, colaboramos con un médico externo que nos deriva casos de pacientes con patologías crónicas. Muchas personas llegan indicando dolores de cabeza y articulares que no han podido resolver. En la primera visita, detectamos patologías que, una vez solucionadas y acompañadas de las indicaciones de especialistas, terminan con una recuperación completa del paciente.
Está demostrado que una persona que padece patologías bucodentales presenta otras patologías y síntomas que derivan de ella. Además, también tienen mayores riesgos: por ejemplo, quienes sufren enfermedad periodontal, presentan mayor riesgo cardiovascular.
Abordar la salud bucodental desde el punto de vista holístico permite que sanear la boca sirva para desbloquear meridianos energéticos que hacen posible su recuperación completa de las personas.

¿Cuál es el proyecto de futuro de la clínica?
Actualmente estoy trabajando en un nuevo hito: incorporamos a un equipo estable de especialistas que aborda de forma multidisciplinar al paciente. Así, dirigidos por una única persona con una visión completa, podremos mejorar la calidad asistencial.
Todo ello irá acompañado, como siempre, de inversiones en tecnología. Tanto es así que, por poner un ejemplo, cada dos o tres años renovamos el escáner intraoral por el más vanguardista. Siempre hemos velado por mantener los más altos estándares de calidad porque esto incide directamente en la salud de las personas. Y ese ADN que nos ha acompañado es el que vamos a mantener y, además, fomentar con las nuevas incorporaciones.

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